HULA es más que una simple danza, ya que tiene propiedades curativas tanto a nivel físico como emocional.
Es una forma de vida que persigue el desarrollo del ser humano, al atravesar por cuatro ámbitos, los cuales permiten que la danza no sólo tenga forma, sino también trasfondo.
El credo hula nos dice: “hula es el lenguaje del corazón y se traduce en el corazón de quien lo baila, buscando en ello su significado”. El hula contiene el lenguaje universal y más común de todos los seres humanos: el AMOR, motivo por el cual es ejecutado en todo el mundo, produciendo en sus estudiantes un interés peculiar por conocerlo, difundirlo y vivirlo.
Los básicos del hula, no son propiamente los pasos, sino las actitudes que deben tener todos los estudiantes de esta danza, siendo la principal actitud la HUMILDAD.
Saber de hula no es únicamente ejecutar correctamente un paso o tener una excelente postura, es tener una profunda preparación física y mental.
Todo estudiante de hula deberá tener mente abierta y cuerpo abierto, para estar en la posibilidad de aprender y transmitir el conocimiento.
LA DANZA ES EL RESULTADO FINAL, DE TODO UN TRABAJO DE TRASFONDO.
Los cuatro ámbitos que se trabajan al practicar Hula, son:
FÍSICO: Se refiere a la preparación física del cuerpo, la elasticidad, la condición, el conocimiento del baile; expresado con manos, pies, cabeza, etc.
INTELECTUAL: Es el conocer; para qué lo hago, porqué lo hago, basándome en la historia, en la geografía, en el tiempo, etc.
EMOCIONAL: Es la posibilidad de expresar sentimientos, pues cada palabra tiene algo que expresar, tiene un significado.
ESPIRITUAL: Es la calidad y esencia que se alcanza, para estar PONO (en equilibrio). Conectado con la naturaleza, con uno mismo, con el entorno en general.
LA HUMILDAD ES LA BASE DEL HULA, pues es la cualidad humana contrapuesta al orgullo, la cual permite el acceso al conocimiento y la aceptación de los errores. Necesarios para ser bailarín de hula.
Cada uno de los alumnos de un halau (escuela), debe estar convencido de que lo que se hace allí, es lo que desea y quiere hacer, ya que todos los estudiantes (haumana) deben presentarse sin emociones encontradas, PONO `OLE., principalmente hacia su kumu (maestro), quien dirige y tiene la responsabilidad de forjar actitudes positivas a sus alumnos, a través del respeto y amor, pero a la vez con firmeza.
KUMU, proviene de tronco, aquel que sostiene, da movilidad y vida. El kumu es comparado con el tronco de un árbol y haumana (alumnos) con las ramas. Ambos son, como dice el credo hula: energía viviente que atraen la fuerza, buscando su centro de equilibrio.
En un halau no hay lugar para los malos pensamientos y actitudes negativas, todo está basado en PONO equilibrio, armonía, equilibrio. Los estudiantes tendrán que ir venciendo sus propias resistencias y actitudes de intolerancia hacia el kumu y compañeros, para que así se cumpla el objetivo.
El kumu es el guía de un halau, por lo que enseñara a través de su ejemplo, no solo de palabra, sino de acción.
Es importante saber que los básicos empiezan ADENTRO y se reflejan AFUERA, mi danza, es la parte culminante de la labor realizada en los cuatro ámbitos: físico, intelectual, emocional y espiritual.
El hula tiene que trascender a través de la calidad con que se realice, no sólo de forma, sino de trasfondo. Esto se logra, al producir un efecto en aquel que me mira, me escucha, me siente, me entiende y no lo puede, ni lo podrá nunca olvidar, aún ni con el paso del tiempo y los espacios.
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